9.2.17

No soy yo.

Me rompieron el corazón justo el día de mi cumpleaños.
No sabía que dolía tanto, creo que no soy lo suficientemente fuerte para tolerarlo.
Me considero optimista frente a las adversidades.
Pero todo tiene un límite.

Nunca pude encontrar el momento adecuado para escribir.
No pude expresar todo este tiempo de diversas emociones.
No me sentía capaz de describir todo este tiempo compartido con él.

Siempre dije que el dolor es más fácil de sentir, de reconocer.
Lo sigo pensando.
Lamentablemente me llegó el mal momento.
Y detesto tener que representar todo él con este sentimiento.

Buenas hubo, por supuesto.
No me arrepiento de absolutamente nada.
Lo volvería a hacer, lo volvería a repetir todo.
Volvería al 29 de Diciembre de 2015.

Me quedo con los mejores recuerdos.
Aunque dudo si volvería a elegirlo a él.
Lo amo.
Lo odio.

De todas las personas del planeta nunca pensé que iba a ser él quien me decepcionara tanto.
Creía en el amor devoto, en la devoción a tu persona.
Pensé que me iba a cuidar por toda la eternidad.
Pensé que le importaba lo suficiente.

Me duele.
Me hace mal.
No es lo que yo quiero.
Ya no aguanto más.

Y vuelvo a pedirle perdón.
Porque no hay cosa que deteste más que el orgullo.
Porque sé demostrar mi afecto hacia vos.
Pero me cansé de ser yo la que tiene que agachar la cabeza.

Basta.
No es así.
Él me dijo una vez: "esto son dos partes, vos y yo",
¿Y vos dónde estás?

Me siento sola.
Me siento abandonada.
Me siento tan poco importante en tu vida.
Miserable, esa es la palabra.

Ahora no tengo ganas de verlo.
No tengo ganas de hablarle.
No tengo más ganas de él.
Todo tiene un límite.

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