15.3.16

Ser o no ser

Siempre estuve confiada de la persona que llevo en mí. Confiada de mi manera de ser, confiada de la manera de relacionarme con una persona, confiada de mis pensamientos.
Siempre mi prioridad fue mi persona, por más egoísta que pueda sonar. Mi bienestar ante todo.
Después me perdí en una persona. Dejé de sentirme yo, y ni siquiera pude distinguir qué me pasaba. Tardé mucho tiempo hasta que me di cuenta, y cuando me di cuenta el alivio fue inmediato. Sentí como si un ser hubiese abandonado mi cuerpo, como si hubiese salido volando directo desde mi interior. No sentía la gravedad. Blanco. Mi mente estaba en blanco. Mi cuerpo estaba en blanco. Un vacío distinto. Se sentía bien. Se sentía como si mi cuerpo estuviese esperando eso hace mucho tiempo. Lo sentía tanto como lo necesitaba.
Recuperé mi vida. Recuperé mi yo. Recuperé mi persona.
Mis pensamientos, mis sentimientos, mis objetivos, mis creencias, mis valores, mis perspectivas volvieron a ser las de siempre. Volví a ser yo. Volví a mi eje, a mi órbita.
Más tarde volví a perderme en esa persona. ¿Por qué? ¿Será porque el amor actúa así? ¿O porque esa persona me hace diferente?
¿Se puede seguir así?
¿Se puede vivir así?
¿Se puede morir así?
¿Se puede amar así?

No hay comentarios:

Publicar un comentario